En Zona

sábado, 15 de octubre de 2011

Postales madrileñas

Otoño
Día 13

Con un sol inexplicable, este otoño se revuelve a fuego lento. Cambian entonces las costumbres, ya deberíamos estar más cerca de ciertos abrigos, mientras seguimos en sandalias y camisetas.
Los vecinos se preguntan si esto también tiene que ver con la crisis. El capitalismo hace aguas y el sudor sigue heróico en octubre.
Se vienen las elecciones, allá en Argentina y después aquí en España. En algún sitio habrá sorpresas no se sabe si buenas o malas, pero las habrá que duda cabe.
Por aquí campea cierto disconformismo, cierta náusea rodea los hechos políticos de los políticos mas preocupados como siempre en solventar sus carreras cortas que en pensar en los demás. A lo mejor
España comienza a cambiar después del 20 de noviembre y descubre, que otra realidad es posible o acaso preferible. Los mercados siguen siendo los dueños de todo lo que se mantiene sobre el mapa del mundo y por ello, ordena y pide ajustes y expulsa a aquellos que no pueden pagar sus hipotecas en plazo. Se otorga el derecho de pernada y dictamina sobre aquellos que quieren decidir por sí mismos.
A lo mejor la rebeldía llega ahora a descifrar ciertas cuestiones. A lo mejor, este año será crucial para las aspiraciones leves de la mayoría que se expresa en las calles. No piden la revolución ni siquiera la expropiación de tierras. No piden por el fin de la propiedad privada ni todo el poder para los soviets. Solamente piden un sitio en la distribución de algo que se están perdiendo.
Y está bien que así sea. Es poco, casi nada pero por lo menos piden algo.
Mientras tanto la vida sigue.
 Se vienen los ajustes, se viene el desmonte ese popular sentimiento de bienestar que mantuvo a casi dos generaciones de habitantes conformes y contentos. El estado se sabe, es enemigo de todo por eso, la crisis deben pagarla ahora aquellos que disfrutaron esos largos años de médicos gratis, de remedios a mitad de precio y si es necesario cobrando menos paro.
El que se caiga ahora de la escalera se quedará colgando del pincel hasta nuevo aviso.
Mientras tanto en el tercer mundo la vida sigue como puede. Los hambreados de Africa, deberán esperar hasta que los mercados disciplinen a los díscolos habitantes del primer mundo, para que alguien vuelva sus ojos hacia ellos.
Me preparo unos mates y dejo que la tarde se vuelva violeta, se haga historia.

Día 14

"Articular históricamente lo pasado no significa conocerlo 'tal y como verdaderamente ha sido'. Significa adueñarse de un recuerdo tal y como relumbra en el instante de un peligro". Leo lo que piensa Walter Benjamin.
Me quedo pensando.
Tomo entre mis manos el notable trabajo, el libro necesario de José Pablo Feinmann "La Filosofía y el barro de la historia".

Celebro haberlo comprado en su momento y haberlo reservado para este otoño raro, extraño y disparatado. El placer de su lectura, la sensación de estar charlando con alguien, la placidez y las ganas de seguir leyendo a destajo. De robarle horas al sueño, de no distraerme por nada del mundo de lo que dice Feinmann, de lo que enseña de sus caminos por la filosofía. De hacerla más viva y de descubrirnos a nosotros, aquellos que tocamos de oído, que tenemos lecturas dispersas o conocimientos banales sobre muchas, demasiadas banalidades, partícípes de un viaje extraordinario.
Hacerlo significa entrar en una historia insuperable. La historia del pensamiento, de la pregunta, de la repregunta y de la insatisfacción por las respuestas que vienen cabalgando en cada pregunta.
Libro esencial, hecho con una notable capacidad educativa que nos lleva por caminos plenos.
A pesar de lo que por momentos deja traslucir Feinmann, con que estamos en la periferia del pensamiento o en la lejanía más insensata, hay filosofos que hacen su trabajo en esa distancia. Siempre los hubo. Buenos educadores, que comprendieron e hicieron comprender a muchos desde sus clases, los caminos de la filosofía.
Tal vez no existe una escuela de pensamiento nacional. A lo mejor a partir de trabajos como este, comience a gestarse algo de esto.
Por el momento y como un mensú en plena cosecha, sigo leyendo este esencial trabajo de interlocución con el pensamiento.
También y gracias amigos se, que brinda o suele brindar sus charlas en un espacio de la tele, algo que visto debido al lugar en el geografía mundial que ocupamos, parece mas un chiste que una realidad. Sin embargo él con sus clases de filosofía por la televisión, ha logrado acercar algo tan distante a la televisión como la filosofía a aquellas personas ajenas a ella.
Dicen, que lo hace con un tono y con una naturalidad que desarma. Hablar de Hegel o de Sartre entre tanto despiste que siempre suelen ser los medios de comunicación, es una especie de apuesta brava y categórica.
Entonces me celebro y celebro con este libro aquello que siempre me sedujo. La odisea del pensamiento, la necesidad de avanzar y avanzar sin ningún dios por encima de nuestras cabezas.

Día 15

Sábado en una ciudad que se resiste a los fríos de un otoño lejano aún. Los árboles confundidos y las cigüeñas también confusas, postergan su cambio de follaje o su cambio de paisaje.
A lo mejor este otoño caliente con la gente en las calles, sea el nuevo signo de los tiempos. Vendrán tiempos de cambio, ya nada parece querer ser como lo era.
Las calles se lavan al amanecer, la gente vuelve a pensar que esto, que todo esto habrá de pasar. Un mal sueño perciben los habitantes del reino, que los obliga a cuidar el centavo, a morigerar el gasto que tanto los acompañó desde casi siempre.
Habrá cambios de costumbres. Se modificarán ciertas apetencias los que deban modificarlas, pero hay una porción que como siempre suele ocurrir, no se privarán de nada seguirán ostentando y disfrutando como lo han hecho siempre.
Sin dudas estos serán los receptores de la inquina. Se sabe que la lucha de clases siempre es por una patata de más y por ahí comienza.
Nada parece tener solución. En lo inmediato los fascistas se preparan a ganar las elecciones y a proceder para gracia y alivio de la parte sanita de la sociedad.
Mientras tanto en el cono sur, un proyecto obtendrá un buen porcentajes de votos, para continuar con un camnio que incluye. Algo de eso es lo que se suele extrañar por estos lares.
Por suerte hoy es sábado, hay fútbol y todo se posterga como siempre hasta el lunes.

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