En Zona

jueves, 4 de octubre de 2012

La realidad trabaja en abierta oscuridad

A medida que pasan los minutos, la cosa se ha ido haciendo cada vez más intensa, como esta primavera casi. Cuesta elegir el momento, definir ese instante en donde todo, se acelera.
La perpetua sensación de estar viviendo en una cuenta regresiva, que avanza creando esa especie de injusticia que crece, dentro de cada uno.
De buenas a primeras, los rumores carcomen, inmovilizan o disparan ansiedades. Se suman voces que se mezclan con otras. Se deshojan las horas en un tembladeral sin limite.
Desde poco más de cuarenta y ocho horas a esta parte, los síntomas que traen aparejadas esas noticias que circulan, mueven a desconfianza, se entrelazan con nosotros y nos despoja de casi todo. Y no es poesía.
Es la realidad que vuelve a trabajar en abierta oscuridad. Los mismos de siempre, siguen con su particular y premeditada "Kristallnacht". De a poco van uniendo los flecos. Ocurre que esos flecos son anteriores al homo sapiens pero ellos como si nada. Son de esas cavernas en donde, la amenaza, la provocación y esa promesa de nuevas fosas son el pan de cada día.
Dije Kristallnacht, porque la gran mayoría de los habitantes de esta tierra, siguen intentando mantener el derecho de vivir. Pero el miedo ya se sabe.
El miedo que se derrama desde los medios de comunicación, el que se infunde, sigue un plan. Eso es claro. Para ellos, no cabemos todos bajo el sol. Estamos de más. Sobramos. Somos esa parte que forma parte de lo que está de más, de lo que hay que cortar con raíz y hoja.
Digo.
Hace seis años secuestraron a este hombre de pelo blanco. Está desaparecido. Era un superviviente, ya había sido secuestrado durante la última dictadura. Sobrevivió y testificó contra los torturadores y asesinos. Pero antes de hacerlo en una causa contra algunos de esos, volvió a ser secuestrado.
Esto es responsabilidad de este gobierno. Una deuda en el debe que no saldan. Que olvidan. Pero esto tiene vuelto y ya se lo quieren cobrar.
Pasaron seis años y nadie sabe o mejor dicho, ninguna autoridad quiere saber de él. Nada se mueve. Julio López, pasó dos veces por ese infierno, en este último paso, no ha regresado. Está desaparecido. 
Vuelvo a poner la foto de esa gran fotógrafa argentina llamada Helen Zout. Me sigue impresionando, me inmoviliza.
Helen le tomó la foto, en una oportunidad en la que ella, quería rastrear los pasos de ese genocidio que nos sitió en un momento de nuestra historia. El se prestó y dejó que ella hiciera.
Este hombre valiente pagó con su vida en medio de esta fanfarria demodelora que es la vida que vivimos. Somos estos cuerpos que llevamos debajo de nuestros cuerpos, somos esa suma de cuerpos que desde siempre llevamos debajo de ese otro cuerpo que creemos ser o hemos sido. Julio López pasó por el infierno, recordó nombres, datos y sobrenombres. Los almacenó y esperó con paciencia el tiempo de la justicia. Esperó y conjugó la osadía tremenda del resto, que siempre vivió como si nada hubiese ocurrido. Como si en el fondo, los sobrevivientes fueran lo que siempre fueron: cargas, rostros prontos para olvidar. Ennoviados del olvido, los burguesitos decidieron tirar la casa por la ventana y disfrutar el bien merecido regocijo que algún dios bipolar les había prometido.
Julio López está desaparecido. Se lo llevaron los residuos de aquellas patotas de asesinos, que siguen en lo suyo, haciendo su trabajo. De uniformes o de civil, son los mismos, los de siempre. 
Después están los otros. Los cultos, rancios y dueños, que con el tiempo transcurrido se han sofisticado. Ahora tienen redes sociales, internet, blogs, de allí operan y amenzan.
Kristallnach.
A veces uno se tranquiliza. Uno se relaja, se aquieta. Se vuelve más manso. Supongo que con los años me he vuelto más sabio. Mentiras. Nada de eso puedo ser en esta tierra de infamias y olvidos placenteros.
La realidad trabaja en abierta oscuridad.
Son días raros, estos que se me mezclan con la ropa. Serán días difíciles los que habrán de venir viendo la escalada fascista. El clima de esta primavera se enturbia. Nos enturbian con miedo tanta primavera.
Mientras los muchachos de la contra siguen subiendo direcciones de enemigos a sus redes. Fotos y demás datos,  mientras el resto comienzamos a vivir el látido de ese huevo de serpiente que los enemigos convocan a cada paso. Es esa historia inclinada hacia el asesinato que tanto los atrae, que tanto necesitan.
Generan el miedo a las mayorías y estas se quedan estáticas, quietas como liebres a la luz de los faros. Ellos lo saben, por eso siguen.
Digo.
A lo mejor es este antipoliticamente correcto silencio que se dispara desde las tapas de los diarios, de los informativos de la televisión. Esa brusca desaceleración entre mentiras vomitadas día a día, la que termina sumiendo a la mayoría en un profundo miedo, espanto que se utiliza para desgastar un proyecto.
A lo mejor, como peronista uno debe buscar las diferentes opciones. Saber de que se trata este momento, en donde estamos parados aquellos que memoriosos, seguimos insistiendo con lo mismo. Con este corazón abierto y tierno. Sabemos a qué se juega y lo que es mejor, cómo se juega.
Ellos no. Ellos arrasan con todo. Ellos no son adversarios, siempre serán enemigos y para ellos, como decían antes: ni agua.
No son días serenos. En el mejor de los casos, es una primavera extraña. Rara.
Resumo antes del futuro Kronstadt que les sobrevendra. Se que vendrán tiempos duros. El grupo Clarín ya no es un diario, es el nombre de una profunda voluntad antidemocrática. Contra las mayorías instituidas y contra cualquier lucha por la igualdad de esas mismas mayorías.
Así como los marinos del Kronstadt, ellos defenderán ante cualquier eventualidad o contingencia a través de su discurso hegemónico su fortuna fabulosa y mal habida . Son el sujeto que organiza al enemigo de todo el resto de la comunidad, o sea de todos nosotros. Por eso en este momento, cualquier sutilieza crítica no es más que complicidad con los vencedores de siempre. 
Como dice Walter Benjamin: "recordar el pasado como resplandece ante el instante de un peligro...esa es la responsabilidad que le cabe al materialismo histórico...de lo contrario, ni los muertos estarán tranquilos cuando el enemigo venza, y ese enemigo, no ha cesado de vencer" (Tesis de filosofía de la historia).
Vendrán tiempos duros, serios. La crisis económica mundial está a la vuelta de la esquina. La derecha se arremolina en defensa de la propiedad privada, la virginidad y las espadas. Habrá marchas con cacerolas de teflon, de gente pituca, desaforadas mujeres de barrio norte clamando en contra de la otra, esa que nos gobierna por derecho del voto popular y mayoritario. 
Mientras tanto, en este ir y venir, mientras esto ocurre vuelvo a detenerme en la foto de Julio López con sus ojos cerrados, con su desnudez y medito sobre estos días, últimos días porteños que vivo antes de irme, antes de volver por una ratito a esa otra patria que tengo y que queda del otro lado del charco.
Un fuerte abrazo siempre.



 

2 comentarios:

  1. Otra historia que no conocía, que me ha impresionado y que te agradezco.
    Sí, se masca la tensión.
    ¿Cuándo estarás por Madrid?
    Un abrazo,
    Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que pronto hermano, acá se me están complicando las cosas a nível billetes, papeles y esa burocracia infinita de la que siempre hacen gala los porteñitos...
      Un abrazo viejo amigo

      Eliminar