En Zona

martes, 31 de julio de 2012

Los endemoniados

Todavía no dio comienzo agosto y aquí estoy otra vez, faltando a mis deseos.
Pese al título no hablaré del profundo y necesario Fiódor Dostoyevski, que bien se lo merece y que sin duda, me alimenta a cada vez y que me hacen recordar lateralmente charlas mantenidas en esa displicencia que era Madrid no hace mucho. Pero mi amigo, moscovita nacido en Jaén me hubiese corregido, diciendo simplemente que la célebre novela se llama "Demonios" (Biesi) y yo, hubiese asumido como cierta su gravedad ante mis despistes porteños y  de viejo colonizado cultural que soy.
Bien, lo cierto, es que nosotros, yo disfrutamos de ese libro tremendo en una versión española, que sin lugar a dudas deja mucho que desear y que llevaba por título "Los endemoniados". Horrorosa traducción por cierto, pero imborrable el contenido.
Algún día deberemos hablar y decirnos a los ojos, todas las cosas que hemos tenido que sortear para sobrevivir, aprender y vivir. Pero bueno, agosto viene cargadito. Entonces recuerdo de charlas que son motivos de recuerdos en glorietas casi inverosímiles y añoradas.
En fin. La vida.
Pero aquí estoy. sonriendo con la cara plena. Sabiendo que las cuestiones de este continente tienen a varios defensores de las democracias avanzadas a mal traer.
Venezuela, la República Bolivariana acaba de ingresar al Mercosur. Es miembro pleno, integra con el resto de las naciones hermanas un espacio común. Aquí están entonces los motivos de mi alegría. Naciones que hablan el mismo idioma, que tienen una historia común. Países que responden a un denominador común, luchas en contra de un imperialismo que también común que anteceden este momento. Venezuela está con los países del sur de un contienente, que vistas las cosas, hoy por hoy van resistiendo como puede los disparates de ese primer mundo voraz y desmedido, que como buen capitalismo quiere acabar con el mundo en todos los rincones del mundo sin mediar excusas.
Entonces la alegría de este hecho político, obligará a muchos de esos demonios que aventuran el fin de los tiempos, las iras del aguila norteña y otras devaluaciones, a redoblar sus intentos de acabar con tanto desaforado que gobierna y por ende sus gobernados que suelen elegirlos por mayorías absolutas en cuanta elección se presente con notanle parsimonia.
Mientras esto ocurre, otra noticia, pero no menos importante. Argentina, este pais, está a días de clausurar ese terrible acto de barbarie ejercido por las minorías fascistas que se llamó "corralito" y que sometió a millones al peor infierno. Convertirse en pobres y arrasados, por el cinismo de estos cipayos y traidores. Se paga la última cuota de ese insensato plan económico ideado por técnicos y esbirros de la derecha.
Se paga, dije, si se paga y las estructuras del país no se resienten. No se vuelve a hundir, no se agrieta nada en el frente interno. Salvo el discurso de ese terrible final anunciado por los enemigos de siempre.
Digo.
¿Saben los españoles el destino de 163.000 millones de euros que se esfumaron del país con dirección de ciertos paraísos fiscales? Solamente durante el mes d emayo, hicieron su fuga algo así como 41.294 millones de euros.¿Alguien les explicó que no hay narración más perfecta que la economía? Saben los españoles de a pie, que mientras les dicen en la propia cara, que allí no ocurrirá lo mismo que en Argentina, cientos de muchachos, con buenos trajes y autos caros, han desviado millones de euros, para asegurarse la vejez precoz que se aprestan a vivir.
Me pregunto ¿cuánto deben sufrir los pueblos para quitarse de encima esa sarna que es la clase aristocrática de la política que esquilma, engaña y mata? ¿Hasta qué punto se negocia la dignidad con tal de seguir perteneciendo a un club, en donde las ganancias son de otros y las cuotas del resto?
Pasan cosas.
Vertiginosas, día a día, siguen despotricando con el nuevo billete y con las "notebooks" que se entregan en las escuelas. Siguen pregonando el inminente futuro desgraciado y terrible que se nos viene encima. Desesperadas las pitucas de los barrios mas pudientes claman poder ahorrar en dólares para enfrentar el castigo divino que se aproxima. A pesar de no estar aislados del mundo como se arrebatan estos voceros de las buenas costumbres, este continente vive un momento de paz casi inédito por ahora, en medio de una grave crisis económica.
Lo cierto también es que a pesar de las siempre desestabilizantes fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas, producidas en esta parte del mundo, esta vez no lograron que en la mayoría de los gobiernos y países estratégicos de nuestra región, las apetencias de las clases dominantes siquiera puedan disputar a su interior con la violencia que históricamente los caracteriza, las ganancias que ingresan al país, que siempre parecían de ellos únicamente.
Esto también hoy por hoy es histórico y casi una rareza, pero es un momento.Y lo sabemos.
Algo que los díarios y las radios y los canales de televisión no muestran, no dicen y tergiversan o directamente mienten, llenando de miedo y angustia a un pueblo, que le otorgó la mayoría democrática a un gobierno, que genera inclusión.
 A lo mejor por eso, por estas cuestiones me vuelve la sonrisa. No será la revolución y este no es el paraíso socialista. Pero por lo menos se puede vislumbrar un caminito.
Y más ahora con el Comandante Chávez entre nosotros. A lo mejor ahora les cuesta un poquito más. Quien sabe. Por el momento y con el recuerdo de Rodolfo Walsh doy por concluido un mes de julio casi, casi perfecto.

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