En Zona

martes, 4 de septiembre de 2012

La polvareda










A veces cuesta quedarse callado. Mantenerse inalterable pese a las ruinas que nos rodean. La mediocridad de la clase media porteña, argentina es elocuente. Los perseguidos políticos, esos que apoyaron siempre de forma exultante a cuanto militar borrachín andaba dando vueltas por allí, a cuanto cura pedófilo oficiare misas de cuerpos presentes. Empresarios siempre dispuestos a sacar sus ahorros y ganancias y estafas varias fuera del país a paraísos fiscales.
Es decir lo peor de esa derecha lúmpen. Esa corriente lumpenfascista, que se exalta desde los diarios y radios y canalaes de televisión. Esos que añoran a los torturadores que ponían en orden este paraíso clasemediero por antonomacia.
Es decir, si este país desvencijado por los saqueos de la aristocracia decadente, tuviese un presidente como el comandante Chavez, que utiliza la cadena nacional todos los días y por espacio de varias horas, estas viejas copetudas, cornudas y desprestigiadas, vivirían de sofocón en sofocón. No por el sexo, sino por la rabia de ser gobernados por una "yegua", como murmuran en los ascensores y reuniones intremuros.
En fin, anoche mientras hablaba la presidenta de este país por cadena oficial para todo el país, en los coquetos ghetos, sin villas miserias y esas groserías, la gente bien salió a sus balcones munidos de cacerolas a protrestar por la cadena oficial.
Digo.
Si puedo le hago una recomendación a la presidenta. Compañera! qué la próxima cadena dure por favor cuatro horas como mínimo, a ver si agotamos a tanto gorila y tanta cacatua rancia.
Pelotudos, gilipollas, tontos, imbéciles, son algunas de las cuestiones que se me ocurren.
Menos mal que descubrí a Gabriela A. Pérez Castañeda y su cartel.
Se viene la polvareda y los vientos de la historia. Vamos a ver quien se despeina más rápido.
En fin, que muchas veces no está mal llamar pelotudos a los pelotudos o en admitir que a veces uno es un pelotudo entre los pelotudos...
Un abrazo

  




 


1 comentario:

  1. Pues abre el balcón y pon la grabación de la presidenta a toda voz 24 horas al días.
    Y que revienten.
    Un abrazo compañero!

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