En Zona

miércoles, 15 de agosto de 2012

Cuestión de pensar II

Me voy quedando con ciertas lecturas, con ciertos recortes que me birnda la imaginación en esta construcción de realidades que voy haciendo. Me quedo con la pasmosa, para mí, certidumbre de cambio de paradigma, de cambio profundo que debe darse, no porque a mi me plazca, sino por las variantes acumuladas en estos tiempos.
España, la crisis y el resultado de este terrible momento que viven pueblos. España y el resto de los países sometidos a esta dictadura de ajustes, tiene la alternativa que Argentina no tuvo y es la de aprender de las luchas de un pueblo que resistió. España, Grecia, Portugal deben recuperar la política. Recuperar progresivamente su política monetaria, fiscal, comercial y cambiaria, pero para eso deben recuperar sus estados y para eso deben recuperar su soberanía política.
No es una receta, es la experiencia de la lucha.
Creo que para que haya recuperación debe haber un gobierno y una fuerza política capaces de dar la pelea por esta recuperación. La política se recupera con política. Sabemos que la economía es pura narración.
Las sociedades de estos países deben entonces recrear la forma d ela política. Cortar el flujo de dinero que se llevan los ladrones y los esbirros de los bancos. Comenzar a pensar desde otro lado los caminos de la políticade los pueblos ante la arremetida criminal de los poderes económicos.
El de la foto era Buenaventura Durruti. Anarquista y combatiente. Antes de hacerse grande en la guerra civil española ¿o debo decir revolución? Durruti estuvo por Buenos Aires, expropiando bienes a los ricos. Perseguido regresó a su tierra y ahí siguió con su tarea de enfrentar dialécticamente o con las armas tanto atropello legislado.
Vuelvo.
Hablan de ajustes, hablan de economía y el resto de los muchachos siguen con sus trabajos, besando a la patrona y dejándose besar como corresponde. Nos acurrucamos en subtes o colectivos y viajamos como siempre. Trabajamos y nos dejamos llevar a donde sea con tal de salir del sitio en donde estamos. Vivimos y después nos marchamos en silencio.
A veces, como hoy por ejemplo, descubrimos que el presidente de este país que echamos luchando en las calles, está siendo juzgado se nos calienta el almita. Sonreímos feroces.
Porque lo echamos luchando. Ese ajuste que prometían eterno se quedó apilado al lado de los cadáveres de los asesinados por la policía ese lejano día de diciembre. Luchamo padres e hijos, amantes y matrimonios contra la ignomia del poder financiero. Perseguimos siempre la ternura a pesar de los balazos y las cargas de la montada.
Hoy, De la Rúa enfrenta un nuevo juicio por sobornos a senadores y diputados para aprobar la llamada flexibilización laboral. Estos demócratas de papel, se hacen hoy los distraídos, no recuerdan o se ocultan en que esas jornadas son el pasado y que no vale la pena hablar de el. Sin embargo en lo colectivo, queda la sensación secreta del triunfo, de arrancarle al poder, un pequeña cuota del poder con la rebelión en las calles.
Todo es política. Desde los gestos mismos construímos políticas. Desde la lucha constante.
Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Nunca lo dijo nadie.
Sigo pensando.
Por eso, los pueblos se nutren de ejemplos de otros pueblos. No hay desmedro en ello ni menoscabo. Solamente hay enseñanzas latentes, que esperan poder ser desarrolladas, no ya para la toma del poder, sino para vivir en paz, para volver a vivir en paz.
A lo mejor de esto se trata todo.
Un abrazo.

1 comentario:

  1. Protesto, tímidamente, ante eso de que los "indignados" son un grupo de centro-derecha. Quizás lo pareció en un primer momento; ahora, más pequeño, es mucho más puro. Sé que andan haciendo granjas y huertas comunales, intercambios sin dinero, y lo más importante, resisten en sus asambleas de los barrios, ayudando a que la gente se comunique, a que haya intercambio de ideas, dando voz a los que nunca la tuvieron. No sé en que punto de la línea están, si más a un lado a otro, ni cómo llamarlos, pero sí ofrecen alternativas, y todas son más justas que lo que hay. No sé si son el futuro, pero es lo único que tenemos hoy por allí. Los acuso de pacifismo mal entendido y de demasiados buenos modales: no quieren herir, quieren convencer. Se carece de ideología, de camino. Quizás pequen de buenos samaritanos.Sobre todo, les critico que hayan aceptado ese mote: "indignados". El uso de los adjetivos, inconscientemente, incluye el antónimo. Hay indignados, pues tiene que haberlos que no lo están.
    Bueno, quizás no sea mucho todavía. Pero tengamos confianza, y tú, que hablas aquí de historia, recuerda que el pueblo español fue el único en Europa, exceptuando a la URSS, que combatió y resistió tres años al fascismo. Francia duró semanas. Esperemos que algo de aquella genética quede. Se avienen tiempos trágicos
    Esperemos que algo haya quedado. Esta noche me aferraré a eso.
    Que bueno recordar al gran Durruti.
    Un abrazo, compañero!

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