En Zona

jueves, 23 de agosto de 2012

Nación Sudaca

Resulta a veces, que nosotros los sudacas solemos portarnos mal, somos desprolijos, desarrapados, hambrientos y muchos. Entonces con ser lo que somos, decidimos ser más. Pero es que somos tan feos, sucios y malos que necesitamos hacer cosas para que el mundo capitalista, explotador y esclavista se fije en
nosotros. Entonces dejamos que se meta un blanco, rubito y gringo en una de nuestras embajadas y que se paralice el imperio. Eso. Nos apretamos el poncho. Mejor dicho nos emponchamos porque vendrán tiempos difíciles. El gringo sale al balcón y agradece. Todos contentos de una parte del mundo, todos furiosos del otro lado del mundo. Así las cosas. El gringuito sale al balcón de una embajada sudaca y saluda a los pueblos de esta América Latina en castellano o en español, que nos gusta más a nosotros los sudacas.
Julian Assange es asilado. Un asilado político en una embajada, la de Ecuador. Gran Bretaña inventora del capitalismo y sus metodologías anuncia, que no dará el permiso oportuno a Assange para salir del país.
Si esto hubiese ocurrido en algúna oscura ciudad del contienente, la misma ya había sido arrasada, pero como es Londres. Deben esperar, mal que les pese, deben esperar este inoportuna decisión de una lejana y desconocida nación sudamericana o sudaca como gustan nuestros contemporáneos de la Madre Patria.
Digo.
Correa Presidente del mundo.
No son gobiernos revolucionarios. Ninguno de ellos lo es. Ni el chavismo ni el peronismo tomaron el gobierno por asalto.
Todos lo han hecho por intermedio de elecciones democráticas. Algunos accedieron al poder superando la barrera del cincuenta por ciento de los votos. Reafirmando en cada ocasión electoral el caudal de votos. Haciendo de esta forma, sus gobiernos, tal vez los más democráticos de esta parte del continente.
Niguno propone la lucha armada, ni la lucha de clases, ni la reforma agraria, ni la nacionalización de la banca ni del comercio exterior.
Quinientos años de sometimiento. De exterminios ya han cuajado a lo mejor en esta forma de ver el mundo a través de la política. De hacer política sin enemigos o por lo menos, de no tratar a los enemigos como ellos suelen tratarnos a nosotros.
El continente es Macondo. El contenido es Macondo.
Correa, sudaca como todos nosotros, asume la cuestión de Assange como un reto de justicia. Pone a Ecuador en los titulares de los grandes medios del mundo, por unas horas y consigue, que ese leve susurro de orgullo nos recorra la piel de punta a punta. Por supuesto que en estos países hay traidores asalariados, a sueldo, con horarios y vacaciones pagadas. Esos mismos traidores que claman contra estos gobiernos populistas, encarnación del mismo mal cuando hacen lo contrario a los intereses de sus amos del norte desarrollado. Pero volvamos a la descripción.
Un continente que entre todas sus desesperanzas, sigue promoviendo vida a manos llenas. Nos reprimen y seguimos en las calles. Nos matan y seguimos enfrentando tanta muerte como siempre. Sabedores de la justicia y de la necesidad de organizar esa esperanza que llamamos Latinoamérica.
Pienso.
Somos puro sudor sudaca.
Si bien son gobiernos surgidos de elecciones coyunturales. Son en su mayoría gobiernos volcados a una cierta especie de doctrina social de reparación social antes que verdaderos gobiernos revolucionarios. Y está bien que así sea.
Lo que en el siglo XX era progresismo hoy creo que es conservadurismo. Pero no me hagan mucho caso, a veces desvarío, como por ejemplo hoy 23 de agosto con una temperatura de veintipico de grados a pesar de ser invierno en el sur del mundo.
Desvarío.
Supongo que en estos tiempos de nada que corren es bueno refugiarse en la lectura. Muchos pondrán caras de conocedores, de vivillos que lo han leído, no obstante insisto con este libro.
Se consigue en casi todo el mundo, ese mundo que nos interesa. Chávez se lo regaló a Obama. Lo escribió un uruguayo talentoso y querido por muchas generaciones que crecimos con él. Vale la pena leer "Las Venas Abiertas de América Latina" , escrito a finales de la década del sesenta y principios de la siguiente del siglo pasado, este trabajo vino a acercarnos una serie de certidumbres que poseíamos, pero tratadas con un lenguaje más cercano, más poético, más certero en su viaje a nuestros corazones. Un recorrido por el dolor y la miseria de un continente sometido a las sombras por decisiones imperiales. Ser el tercer mundo y no morir en  el intento. Eduardo Galeano con este trabajo consigue enfocar las razones de este sometimiento y este despojo al que fue y es, en algunos casos, siendo sometida esta gran nación sudaca que somos.
Vale la pena entonces volver a leer esta especie de joyita de educación vertiginosa sobre un continente desenfrenado, vivo y caudaloso como los ríos que nos recorren de un extremo al otro.
Vuelvo a Assange. Perseguido por los gringos, por haber hecho publicas las miserías de los dueños del mundo, acorralado por la justicia en Londres, decidió, siguiendo el consejo de Baltazar Garzón, pedir asilo político en la embajada de Ecuador.
Lo formidable de este cuentito, es que casi todo el continente respaldó al gobierno de Correa. Todos o casi todos dieron su apoyo a Ecuador.
Pero eso no importa. Importa esa sensación de paso conjunto, entre varios pueblos de este continente. A lo mejor es solo un espejismo. Una ilusión, una especie de terquedad solitaria bajo los cielos emparrados de esta inmesidad que llamamos América del Sur.
Leo los pronósticos sobre la crisis económica y me dicen, que todavía no ha llegado lo peor.
Desvarío. Es mucho el calor que hace para ser agosto. No puede ser cierto, esto casi se parece a Madrid. El porteño anda cabizbajo, malhumorado.
¿Será el clima? ¿La digestión lenta de los porteños?
Vuelvo.
Correa presidente esta notable nación sudaca. Negrita, descalza, mal oliente. Llena, llenita de hijos. sudorosa, apasionada, desdentada. Memoriosa, sin depilar, en patas. Empiojada y llena de pulgas. Habitante a perpetuidad de las injusticias y sin embargo resistente.
Al costado de las grandes ciudades latinoamericanas se cuecen las claves de esta política que cruza el continente. Allí, no entran casi los políticos profesionales, opositores a cadena perpetua. Allí, en esas zonas negras, margen, puro margen se cuece siempre a fuego lento el ritmo de la historia de los pueblos.
Alguien alguna vez lo llamó la hora de los hornos y así, en esos hornos se cuecen, se fraguan en el calor estas historias de pueblos resistentes.
Otro disco notable. Hugo Fattoruso, también uruguayo como Galeano hace un trabajo espectacular. Junto con el japonés Tomohiro Yahiro confeccionan un disco interesante e importante. "Dos Orientales" lleva por título. Conmueve el sonido que estos dos músicos sacan a relucir en una confluencia de sonidos que demuestra que las fronteras no existen, que la música arrasa con tanto dique estúpido decretado por la prensa domesticada, para hacerles más faciles las cosas a los cosificados de siempre. Disco exquisito e imprescindible para entender el paso de este creador nato que es Hugo Fattoruso. Músicas para las grietas por donde buscamos transcurrir aquellos que no aceptamos las cosas
tal cual quieren siempre hacernos aceptar. Música en definitiva útil para abrir las cabecitas y permitirnos un poco más de placer que está permitido por las buenas costumbres. En fin. un disco de dos señores que son dos talentos y que decidieron un buen día hacer esta especie de obra maestra para deleite de todos nosotros sudacas impenitentes y salvajes.
Digo.
A veces confundimos las cosas.
Como decía alguien hace muchos años atrás la batalla de la comunicación no se gana en el lugar donde parte la comunicación sino en el lugar donde llega. Hay que pensar, que volver a pensar en esto.
Digo, ahora que los grandes medios de comunicación no saben como hacer para detener el enorme flujo de informaciones que se diseñan en la red. En donde ya no hay casi palabras ni pensamientos únicos, habría que hacer una reflexión.
Todos de alguna manera somos periodistas, trabajamos generando información. La corregimos y cuestionamos la autoridad histórica de los grandes periódicos, las grandes cadenas informativas. Desdibujamos el poder de los monopolios, aportamos nuestra popia información y de alguna manera, hacemos que internet actúe sobre la realidad desde el vértigo mismo de esa realidad. 
De ahí que creer que mucho poder tienen los medios de comunicación masivos, a comenzado a ser una especie de mal chiste.
Vuelvo.
Latinoamérica es un cruce caminos. Si bien el término populismo nos viene de la zarista Rusia del siglo XIX, es aquí en donde ha logrado entroncar con ese relato de construcción que demanda por ahora esta tierra. Diferentes variantes, diferentes visiones. Nada es homegéneo ni único. No existen certezas ni demasiadas cosas sabidas. 
Pero por el momento, las cosas van bien. Se ganan algunas batallitas y se pierden otras. 
Los gringos deben quedarse en la puerta de la embajada ecuatoriana en Londres, por el momento. Correa no ha hecho nada más que cumplir con su deber y nosotros honestamente seguimos siendo puro sudor sudaca...
Un saludo.
 

1 comentario:

  1. ¡Y que no decaiga!
    Comprare ese libro de Galeano en cuanto esté en Madrid, si todavía no lo han prohibido.
    Lo malo es que el árbitro va con ellos...
    Adelante Ecuador.

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