En Zona

sábado, 4 de agosto de 2012

Días grises

Ya se sabe, cuando llueve en esta ciudad llueve en serio, de forma terminante. Profunda y hasta monocorde. PEro es una de las caras de Buenos Aires. Todo se transforma, se empasta y se torna difícil cualquier movimiento. Agosto parece que viene cargado de aguas.
Me preparo mate, miro por la ventana, Atlanta juega de local, al lado de mi casa. Son pocos, abnegados y sufrientes, dan ganas de acercarse, ingresar y aportar su voz en tanto pataleo. Tanta camiseta con los colores desteñidos, tantas ganas. En fin.
Me quedo en casa. Miro porla ventana los techos que me rodean. Me dejo estar. Me vuelvo y revuelvo entre mis libros, algo que me entretenga, que me enseñe, que me obligue a pensar.
Salir de este formato de la política. Dejarme estar, poner música y recordar, por ejemplo momentos. Es infalible, me acabo de quedar sin cigarrillos. Puteo.
Reviso cajones, bolsillos, vuelvo sobre mis pasos. Esto de ser lúmpen tiene sus cositas. Ahora ser fumador, es como la peor de las maldicones egipcias. Parias de toda latitud.
Me digo, acaso no soy yo y mi propia muerte. En resumidas cuentas. Debo dejar de escribir, aventurarme hasta la china de la otra cuadra, que siempre tiene una sonrisa especial para mí. Disparates.
Vuelvo.
Menos mal que volvió el campeonato de fútbol. Mi vecino volverá a sus orgasmos goleadores y sus aullidos correpondientes. Se calman las aguas, todos vuelven a estar un poquito más contentos. Se dejaran llevar por este formidable negocio y volverás las especulaciones referidas a este deporte. Como será, que ni siquiera las olimpíadas consiguen despertar la líbido de los alicaídos porteñitos. Nada. Fútbol y cerveza y a otra cosa mariposa.
Con cigarrillos, mate la tarde promete valer la pena.
Me he prometido, hoy, desencontrarme con la política, que llegado el punto se hace indescifrable, una especie de laberinto  en donde, yo, por esas cositas me pongo un tanto confuso, desrodenado y encima el resto, no ayuda en nada.
Me quedo con esta tarde, en donde la música invade todo. En donde no salgo ni me interesa la ciudad. Me quedo bajo techo, disfrutando de ese asueto que me otorgo, que me deja contento por mi elección.
Quedan para otro día las decisiones si es que las hay. Me alejo de las noticias y me quedo disfrutando de eso que se llama vagancia pura y dura.
Anuncian lluvias. Seguirán por lo menos hasta mañana.
Arranca entonces esta banda de sonido, que me armo y que me gusta siempre. Chico Buarque y María Bethania "Ao Vivo", disco de más de treinta y pico de años. Música del Brasil, apropiado para el humor, el buen humor, ya que esta grabación es clave para tratar de entender el momento en qué se grabó en Brasil. Chico Buarque estaba en una especie de limbo. Estaba prohibido y no lo estaba del todo. María Bethania no, su hermano Caetano Veloso, entraba y salía de esas listas. Entonces, ella. sumó su nombre, dicen los que saben la historia de este disco, que esto de alguna forma posibilitó la aparición de Buarque en un concierto. "Ao Vivo" es un disco que suma voces, dos formas de interpretar una música, que de siempre siguió avanzando.  Años antes Buarque y Caetano, habían grabado también un disco memorable en vivo. Disco imprescindible, aquel y este para recorrer un tramo de la cultura popular del Brasil, país con una tradición y un fervor volcado a su cultura, que fundionó como una especie de faro en medio de lñas tinieblas.
Pero este trabajo de los dos, es una prqueña obra de arte al servicio de ese saber profundo y noble, que los dos han ido entregando a lo largo de los años.
Disco justo, para un día sábado como hoy, nublado, ventoso con vientos del sudeste y agua que viene de arriba.
Subo el volúmen y me quedo haciendo la plancha mientras se oscurece todo, mientras los muchachos de Atlanta dan por fnalizada esta especie de misa pagana en donde todos ponen sus dineros y algunos, se frotan las manos por el negocio.
Transcribo.
"Asisten hombres y mujeres, el método (no la finalidad, porque si lo fuera pasaría al terreno de lo decadente) es el exhibicionismo, el medio es la excitación, el fin último la procreación. Las hembras se higienizan y van al cine o al teatro (que son también lugares convencionales, pero que a su vez complementn otros sistemas) donde tiene lugar un curioso fenómeno: besos, amores idealizados, fetichismo de diversos órdenes, homosexualidad sugerida inconcientemente (que hace las veces de excitante) preparan a las hembras y a los machos para penetrar en un estado psíquico particular; la excitación conciente o inconciente, da a las personas un aire nuevo, renovado, que promueve a su vez excitación en la parte contraria. A la salida del cine o teatro, van al sitio convencional y se pasean..."
Juan José Saer fue y es, para mí, uno de los mas grandes y notables escritores de este país. Las líneas anteriores corresponde a la última edición de algo así como el fondo Saer. Escrito antes de 1960, muestra el inicio de un largo camino emprendido por este escritor, que murió en 2005 y que dejó una obra apasionante y talentosa. Saer,  es esa voz, que cuando uno la encuentra no la abandona. Es ese momento de magia en el que la literatura te abre puertas, te formula preguntas y termina siendo parte de uno. Respetado e ignorado, consolidó una de las etapas ficcionales más intensas de nuestra narrativa. Aunque viviera en París y haya muerto en Francia, Juan José Saer, fundo una manera. Y esto no es poco.
Acaba de salir "Papeles de Trabajo" Borradores Inéditos. El primero de cuatro tomos, que anuncian lo que dicen. Son borradores, su mecánica propia en el acto creativo. Modos que merecen observarse detenidamente, leerlos para descubrir esa soledad que rodea siempre todo acto creativo. Saer, se sabe y no seré el primero en descubrirlo tuvo una producción fuerte, prolífica. Entre estas páginas están sus características singulares, potentes.
Cuadernos guardados durante toda una vida. Allí, como en un interminable diario de a bordo,el escritor iba buscando, amplificando su ritmo, su tono. Anotaciones, poemas, ensayos de ensayos, recorridos de un escritor que entregó una de las obras más compactas que haya dado este país. Un escritor notable, querible y con un mundo propio, que al leerlo, al recorrerlo, el asombro se adueña de nosotros.
Libro entonces inobjetable. Libro que muestra las pautas del trabajo de este escritor esencial y necesario, por lo menos para mí. Saer merece la pena ser leído siempre, ser descubierto a cada paso y volver sobre él también a cada paso.
Se termina el sábado.
Llovizna como aburrida la lluvia. No es gran cosa, pero marca el ritmo de este sábado.
 Cambio la música, los vecinos a veces se inquietan conmigo y mi manía de la música. Debo estar loco o sino, bordeando ciertos horizontes. Lars Danielsson y el polaco Leszek Mozdzer tienen serios problemas. Uno de ellos, es que son casi tremendos a la hora de hacer música. "Tarantella", es uno de las cuantos en los que han colaborado juntos, aquí suman otros músicos y conmueve escucharlos hacer una obra de arte. "Ballet"; "Across the sun" y la introducción de "Traveller's Wife" o la propia "Tarantella" son pequeñas lecciones de como hacer gran música sin despeinarse casi. Disco perfecto, música perfecta para diagnosticar el fin del día. Para esperar las lluvias y tratar de crecer, porque de eso se trata siempre. De tratar de abrirse la cabeza y dejarse llevar por esas pasión sincopada que es la música, que es esa ruta que nos permite soltar amarras entre tanta mediocridad y tanto palabrerío intencionado.
Un trabajo exquisito, que avanza sobre una forma de construcción de la música. Son músicos que desde
 ese inocultable talento construyen muros de sonidos capaces de alejar, por un momento nada más, esa sensación de hartazgo que vamos portando en esta modernidad.
Digo.
Bordeando, casi con disimulo lo políticamente correcto, hoy no hablo de lo de siempre. Me dejo estar. Oscurece y es sábado por la noche. Me dejo llevar por mis fantasmas personales y espero días mejores, mientras tanto y silbando bajito me voy acomodando en esto que llamamos vida. Estoy en un país desconocido por mí, aunque nos entendamos, se que falté muchos años y soy una especie de turista casi, casi accidental. A lo mejor siempre seré un turista y ya creo que no tiene importancia. No tomo distancia ni soy ajeno, sino que mis tiempos ya van por otras sendas.
A lo mejor, este estar aquí sea la palabra, la que me habla, la que me dice y esto, sea, es, el precio que pago a sabiendas que no hay otra manera.
Ya se sabe, llueve y me preocupan cuestiones que a nadie suelen preocuparle. Pero es una cuestión de elección y cuando uno lo hace, sabe, que las elecciones son actos de soberanía personal e irrdecutibles.
En fin, cosas que se me ocurren hoy sábado en el degüello de la tarde, antes de las sombras.
Un abrazo.




1 comentario:

  1. Ahora te especializas en literatura de terror... sin tabaco a media tarde. Qué escalofrío.
    Muy buena la entrada y la música.
    Se agradece,
    un abrazo,
    Enrique.

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