En Zona

martes, 14 de agosto de 2012

Cuestión de pensar

Acabo de prepararme el mate. Se puso gris y llueve como el diluvio. Miro la foto, que publicó El Rincón de Gumer el pasado 8 de agosto. Es España, la tomo prestada y me quedo mateando en soledad. Pensando en estas circunstancias que nos rodean. En el lento viraje hacia la nada en la que estamos metidos. Ese espacio de lucha, de confrontar todos los días con una realidad aparentemente diferente y que sin embargo nos llega como una película ya vista.
Los lúmpenes de la derecha, la de aquí o la de allá, son iguales. Se escudan en la acumulación de charla para despistar. Dicen que las cosas van mal, por este parajes, mientras las cosas van un poco mejor. Dicen por allá, que las cosas van bien, mientras el derrumbe de ese país es sonoro y caótico.
Mienten todo el tiempo. Nos meten miedo en el cuerpo y perdemos como siempre.
Miro llover por la ventana de mi casa. La cortina de agua es persistente. Leo dos o tres libros que tengo pendientes. Escribo a mano, poemas que seguramente serán quemados en el silencio de la tarde.
Leo a mi amigo del suburbiomoscovita y veo que se ha puesto negro como este martes de tormentas. Habla sobre el suicidio. Lo hace con esa delicadeza y ese honor, que conmueve. Pero el tema es ancho como esta vida.
Salgo al chino de la otra cuadra a comprar cigarrillos, esquivo lagunas en la vereda y baldosas flojas. Algunos regalitos de los perros, mejor dicho regalos de sus dueños y vuelvo con mi ración de nicotina.Pongo como siempre música y sigo pensando.
Releo la foto. Son policías que piden perdón. ¿A quién?
A las personas a las que suelen arrearle palos y balas no tan de goma, cada vez que reprimen. A ellos mismos, a sus hijos, a ese movimiento de centro derecha que son finalmente los Indignados. No se sabe. Solo se intuye.
Por estas playas a los milicos y sus secuaces, los llevamos a juicio. Les damos lo mismo que el poder suele darnos a todo el resto.
Discuto conmigo. Este gobierno comunica mal ¿qué quiere decir comunica mal? No lo se. Le falta discusión a la cosa. Mientras tanto esos lúmpenes de la derecha criolla, quieren seguir la guerrita. Vaticinan las desgracias, clausuran cualquier debate, mientras los periodistas heróicos cobran sobresueldos en sobres bien cerrados de multinacionales y monopolios para que hagan bien su trabajo: el de desinformar a reglamento. Cuando los descubren el lumpenaje de señoras copetudas y sus mariditos eunucos guampudos, claman por la libertad de prensa. Se desgarran las vestiduras y sueñan con la venganza.
Disiento a solas con muchas cosas de este gobierno.
Pero esto sigue siendo indudablemente mejor que cualquier otro escenario político.
Vuelvo a España.
Escucho "Morenika" de Avishai Cohen de fondo. Qué músico increíble es este fulano. De a poco lo fuí descubriendo, creo que gracias a El Rincón de Gumer. Lo dejo hacer.
Pienso en la capacidad de reacción de los pueblos. Creo que estos tiempos de acumulación capitalista mediante la timba, toca a su fin. Le debe llegar el final. Salvan bancos que vuelven a estafar a los países. Mientras las culpas se enjuagan como ropa blanca en los ríos de los pobres.
Pero lo de España no es un castigo divino. No. Es la certificación cruel de aquello que se ha hecho durante siglos en los países subdesarrollados. Pero España sigue sosteniendo a estos delincuentes, sigue apretando los dientes y deseando que mañana venga distinto.
Por aquí algunas cuestiones no son muy diferentes. Resulta que esta ciudad tiene un alcalde, que como  buen Napoleón, dejó a los habitantes sin subtes, metro, a un millón de pasajeros diarios durante diez días. El porteño que es como todo fascista, enano de alma, lo voto religiosamente y este que no sabe siquiera que está en el gobierno, seduce a las chiquitas y no tan chiquitas de los barrios aritocráticos, con su risa de galán italiano.
En fin.
Después de muchos años de ausencia me acabo de reencontrar con este disco notable. The Jazztet and John Lewis. Disco que había desaparecido hace ya muchos años. Art Farmer y Benny Golson, una noche de música en Nueva York, le pidieron al pianista John Lewis, que les hiciera el arreglo de un nuevo disco. Lewis, pianista de lujo y que por aquellos años formaba parte de Modern Jazz Quartet era una especie de genio de la escena musical. Parecía algo improbable, algo que no habría de pasar de las excusas y todos amigos. Farmer no obstante lo invitó a un concierto que el Jazztet iba a dar. Allí fue Lewis y sorprendido, comenzó a pensar en los arreglos de un nuevo disco. Noches después, el 20 y 21 de diciembre de 1960, entraron a un estudio de grabación y grabaron este clásico de la música popular.  Así el sexteto, relativamente nuevo en la escena musical, se encontró con seis temas arreglados por el músico renombrado y respetado.  De esta manera Art Farmer en trompeta, Benny Golson en saxo, Tom McIntosh en trombón, Cedar Walton al piano, Thomas Williams en contrabajo y Albert  "Tootie" Heath en la batería le dieron forma a esta aventura siguiendo las directrices de un pianista que venía de una estructura musical notoriamente diferente del Jazztet. Disco invalorable, que como documento retrata toda una época.
Digo.
A veces nos aturde demasiado esta cuestión de pensar. Nos somete a la singular melancolía de la resignación. Nos arrumba entre papeles viejos, recuerdos polvorientos, sabores rancios en nuestras bocas, pero es indudable que hay que ponerse a ello.
Por el momento no encuentro debates atractivos. Todo es a ras del piso. Nadie desentona desde este lado. Del lado del lumpenaje, ni siquiera es para prestarles atención. Pero de este costadito nadie saca los pies del plato.
Hacen oficialismo berreta. Chupan las medias y nadie ejerce la crítica. Callan. Temerosos y temblorosos. Acuerdan en todo sin chistar.  La realidad en sí misma siempre suele carecer de encanto. Pero es una construcción de nuestro hacer. Nosotrros la vamos haciendo ladrillo a ladrillo.
Será que mientras dura el invierno todo se pone gris, sin hojas.
Una de las cosas que a veces soy con casi demsiado ardor es la de ser disidente. Será por eso que escribo esto ahora, mientras me dejo llevar por estas cuestiones de ponerme a pensar.
Un saludo.

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